Barranco del Infierno por la Ruta de la Pez

Otra excursión más bien corta, de unos 12 km, partiendo desde un ensanche del arcén justo antes del desvío a Yésero, para hacer el Barranco del Infierno por la Ruta de la Pez.

Un recorrido muy asequible, aún si no se está en muy buena forma, por frondosos bosques de abetos, hayas, arces y bojes. Prácticamente siempre por un sendero bien marcado, y muy cerca de un arroyo que en muchos momentos forma agradables pozas. Al ser mediados de septiembre ya no bajaba mucha agua, pero imagino que en la primavera y principios de verano tiene que ser una gozada.

Otro detalle fantástico es la abundancia de musgos y líquenes, aunque ya no estaban tan frescos y húmedos como seguro lo estarían uno o dos meses atrás.

Por lo visto el sendero se llama así, “Ruta de la Pez”, porque en esa zona se elaboraba esa sustancia negra, resinosa y pegajosa que se extraía de los troncos de los pinos. La pez servía para muchas cosas, como impermeabilizar las botas de vino, las vasijas que conservaban el aceite o para marcar los animales. Eso por lo que respecta a estas zonas del interior, pero en otros lugares se utilizaba también para impermeabilizar las embarcaciones, por ejemplo.

Al final de la excursión visité el pueblo, Yésero, que es majo, conservando todavía cierta autenticidad (no esta plagado de apartamentos, chalets o adosados) y donde hay un “Centro de Interpretación de La Pez”, que no pude visitar, pues funciona con cita previa. Así que me fui al pequeño parque con vistas a unos prados con vacas y allí me zampé mi bocata de chorizo ahumado de León, con su queso semi-curado y pan con tomate, como es de rigor. 




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